13 Feb ARQUITECTURA BIOCLIMÁTICA: EL COMPROMISO DE MIRAR AL FUTURO.
Desde la construcción de las primeras viviendas en la historia encontramos que poco a poco se han ido implementando series de estrategias, en principio, para crear el mejor diseño y modelo de constructivo. Así, Vitrubio, lanzaba consejos como “No debe hacerse sombra alguna con nuevos edificios sobre los anteriores” y señalaba que las casas cambian en función del lugar donde se encuentran, señalando la adaptación al entorno como un factor bioclimático importante. “No será la misma casa una apropiada para Egipto que una para Roma”.
Con el pasar del tiempo, los avances y las nuevas necesidades parte de estas soluciones pasaron a ser consejos y tradiciones. Ya con la Revolución Industrial y la aparición de nuevas fuentes de energía muchos de estas estrategias bioclimáticas (“sentido común” para los de la época) pasaron a un segundo plano ya que, si la casa se construía en una zona poco soleada, ya se calentaría con fuentes como el carbón o la electricidad.
La arquitectura de hoy en día representa una corriente donde estas consideraciones bioclimáticas sufren un cambio: volvemos a las estrategias de antaño, sumando todo lo que hemos podido aprender con la globalización, la comprensión de la ecología, la eficiencia energética y la tecnología.
De forma fundamentada la arquitectura bioclimática toma elementos del pasado, sin desdeñar lo que se sabía y hacía, añadiendo todos los avances, creando lugares que no son espacios habitables simplemente, son un compromiso con el futuro, son hogares que tratan de crear ese compromiso mediante la reducción de su huella de carbono, utilizando los materiales más sostenibles posibles y con un trazado de procedencia responsable (o no tendría sentido, pero de esto hablaremos en próximos post).
La arquitectura bioclimática es una solución de futuro, es una forma que si bien no es nueva, sí está comprometida con mejorar las cosas, con tomar cartas en la responsabilidad de cada cual. Y no se limita a la nueva construcción: la rehabilitación sostenible de edificios también es una realidad dentro de unos parámetros y estudiando cada caso.
Entender que el ser humano debe adaptarse donde va a vivir en función del entorno y no imponerse, es ese paso necesario para fomentar y crear una forma más implicada a la hora de elegir dónde asentarse, ya sea en una zona de extrarradio, en el campo o en el centro urbano: la arquitectura bioclimática puede afrontar estos retos suponiendo así esa mirada clara al futuro y a la sostenibilidad como compromiso.