INTEGRACIÓN DE ENERGÍAS RENOVABLES EN LA ARQUITECTURA

Uno de los grandes valores que se pueden incorporar hoy en día a las construcciones sostenibles es la integración de energías renovables para autoabastecer de energía a la propia edificación. Estas energías renovables pueden ser de muchos tipos distintos: solar, geotérmica, biomasa, eólica, etc.

Estas soluciones permiten la  integración en la arquitectura para que no queden como un elemento separado sino que conformen parte de la propia estructura del edificio. Así conseguimos edificios, más eficientes, reciclables en su fin de vida y que resaltan fácilmente en su entorno porque suponen un retorno a futuro, no solo económico, también como una contribución medioambiental. Además, integrar estas energías renovables, nos permite es obtener edificios compactos, donde las renovables, y la apuesta a futuro se complementa con espacios funcionales, atractivos y confortables, que optimizan el desarrollo de la actividad profesional (o vital si se da el caso de ser una vivienda), sin que las fuentes dedicadas al suministro energético sean un añadido o un impedimento para el desarrollo y la estética de conjunto.

Para la integración tenemos que saber qué se entiende por soluciones en las que estas energías renovables quedan estéticamente unificados con el edificio.

Las soluciones de integración son tanto diversas como el ingenio nos permita diseñar. Podemos encontrar:

– Integración con el diseño: aquellas que las que los elementos de energías renovable están presentes y perfectamente armonizados con la arquitectura, como colectores solares, estufas  de biomasa o conductos de captación de vientos predominantes, todos en perfecta armonía potenciando los elementos arquitectónicos.

Soluciones integrativas ambivalentes como los ladrillos solares o cristales fotovoltaicos, orientados a la captación de energía solar y poderla transformar eficazmente sin dejar de estar perfectamente integrados en el entorno arquitectónico.

Excavaciones para la cimentación: En lugares donde se requiera cimentaciones profundas o pilotaje, las perforaciones de los mismos permiten introducir sondas geotérmicas o conducciones para obtener energía del subsuelo. Así, la energía geotérmica del terreno se aprovecha perfectamente y se transfiere a la vivienda sin que ningún elemento sea visible comprometiendo el diseño del entorno.

– Hay elementos que de por sí pueden formar parte de la morfología de los edificios y destacar estéticamente: desde las chimeneas rusas, que son aquellas de alto aprovechamiento de la energía que permiten almacenar el aire caliente, a los conductos canadienses o conductos provenzales que toman el aire del exterior, lo hacen circular bajo tierra y lo introducen en el interior del hogar con una temperatura adecuada tanto en invierno como en verano. Son soluciones vernáculas con los que se obtiene contrastados beneficios y además, han sido perfeccionados en el tiempo con la incorporación de nuevos materiales y tecnologías que optimizan sus buenos resultados. Estas soluciones tradicionales hoy en día se pueden controlar mediante la domótica mejorando sus características y rendimientos siendo recursos altamente sostenibles y contribuyen a la autosuficiencia energética.

Estos son algunos ejemplos de las posibilidades de la integración de energías renovables en la arquitectura que, además, os ilustramos con el proyecto de la Sede del Grupo BPS, proyecto de Quark arquitectura singular por su sistema de recuperación de aguas pluviales que mediante hidroponía abastece de nutrientes la fachada vegetal y la cubierta vegetal del edificio, además de incorporar otros sistemas como son el suelo radiante mediante caldera biomasa y la integración de un sistema de ventilación con recuperador de calor.