30 Abr Biofilia: un paso más allá en los espacios de trabajo
Que los entornos de trabajo basados en aburridos cubículos, largas tiras de fluorescentes, mínima luz exterior y aires acondicionados saturados están pasando a la historia, ya es prácticamente un hecho. Los diseños inteligentes no solo abogan por espacios más abiertos y aireados sino por lugares de trabajo en los que los ambientes naturales tengan más protagonismo.
No es una cuestión de “incorporar macetas” en el espacio, la biofilia arquitectónica va más allá de eso, de decorar o insertar detalles que hagan un espacio más amigable: hablamos de adaptar esos espacios desde su concepción o desde su adecuación. Son lugares donde las personas, los trabajadores, van a pasar una parte importante de su tiempo en su desempeño laboral y hacerlo en un entorno adaptado a las tesis biofílicas supone no una mejora de producción cuantitativa sino una ganancia en calidad de vida, de confort y por ende de una simbiosis de las personas con el entorno natural.
En el diseño en biofilia arquitectónica cobran gran relevancia los materiales, y no solo por sí mismos sino desde su origen, para trazar una mínima huella de carbono. La madera, las plantas, ayudan a mejorar la respuesta al estrés por suponer un elemento natural perfectamente integrado, más que otras superficies inertes como el hormigón o el cemento; la luz natural siempre será preferible en el entorno de trabajo a la artificial, aprovechando el emplazamiento del espacio, su orientación, las horas de exposición solar o la distribución de mobiliario, para crear un lugar que tenga una iluminación lo más agradable posible.
La conexión visual y no visual con la naturaleza es importante cuando queremos centrarnos en el diseño biofílico ya que nada es más natural que la vibración propia de los elementos vivos. Las plantas, árboles, vegetación, integrados no solo para observarlos como elementos que aportan un confort psicológico sino para sentirlos, como cuando se escuchan las hojas de un árbol al moverse por el viento, se percibe su olor o se siente la textura en las manos. Toda esa parte del diseño se tiene en cuenta también para crear un entorno agradable y que reduzca al máximo el estrés, siendo así más amigable para quienes van a estar inmersos en él.
La biofilia tiene muchas vertientes, y hablaremos de ellos posteriormente, pero en este primer post sobre el tema, hemos querido aclarar solo unos pocos de esos puntos para poderlos tratar de forma más extensa a través de palabras e imágenes en posteriores entradas.
El compromiso que sostenemos a la hora de abarcar un proyecto para un espacio de trabajo es el de adoptar las mejores estrategias bioclimáticas, saludables, a hacer de un lugar de trabajo un entorno agradable, con bajo requerimiento energético, por ende con las menos emisiones posibles, pero sobre todo, pensado para las personas.